La Sala de las Columnas del Círculo de Bellas Artes, situada en la cuarta planta de este conocido edificio madrileño, se llenó por completo con un público de lo más variado: niños, jóvenes y adultos.
Antes de comenzar el acto, hubo una pequeña introducción a la actuación y a la edición de la Mostra Portuguesa, seguidamente, los componentes de Acetre se dirigieron hacia el escenario para dar comienzo al espectáculo.
El concierto estuvo marcado por las raíces portuguesas de Acetre, haciendo hincapié en la denominada Raya (Frontera entre España y Portugal). Mucha influencia de Portugal en las interpretaciones (Mostra Portuguesa) con la novedad de la presentación de las canciones a cargo de Ana Márquez, quien habló en portugués la mayoría de las ocasiones. Con ese dominio de la lengua portuguesa y su simpatía, Ana Márquez consiguió llevarse al público en el bolsillo.
Como no podía ser de otra manera, los principales protagonistas de esta actuación fueron los fados: fado Corridiño, Fado Das Aldeias, otras canciones compuestas en idioma portugués como Verdegaio Brejeiro y A Rola, sin olvidar el dialecto de Portugués llamado Cedillo con Mae Buza y O Pedreiro. Los demás temas de Arquitecturas Rayanas no podían faltar en esta cita tan significativa: As Pontes, El Mercader de Zafra, la Casa de Mosés, Amores de Mariana, la Alborada de Ahigal....Aún con todo, Acetre no se olvidó de interpretar las canciones más míticas y animadas de sus 3 discos anteriores: el Paso del Zajorí, Gamusinos, la Alborada de Fregenal, Yeyitu-Vira, Taberna...
Durante el concierto se denotó la gran complicidad entre cada uno de los componentes en cada una de las interpretaciónes, cómo son capaces de transimitir lo que ellos sienten sobre el escenario y darle vida a la música a través de la comunicación entre los diferentes intrumentos. No olvidar las emociónes y sentimientos transmitidos por sus dos vocalistas principales. Todo ello para hacer que el público disfrute cada minuto de la actuación y transimitir el origen de cada tema.
Para finalizar, el público pidió más y la gente se fue animando hasta tal punto de abandonar los asientos (algo que sugirió Ana Márquez) en una de las canciones finales, de las que siempre suelen ser las más animadas y demandadas, como Yeyitu-Vira o la Alborada de Jarramplas. Fueron más de 90 minutos de actuación con un público animado y un ambiente más serio que otras ocasiones debido al lugar y al contexto del concierto.
Os dejo unas fotos, los vídeos os los pasaré en breve.
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